La economía gringa ya no tolera la libertad comercial

 

Mouris Salloum George*

Puede identificarse una visible antípoda entre los programas formativos de la universidad californiana de Stanford y la doctrina de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

 

Por la primera institución, obtuvo posgrado en Economía el doctor David Ibarra Muñoz. Después de haber ejercido la titularidad de la Secretaría de Hacienda, desde 1983 ha sido consultor de la CEPAL.

 

El doctor Ibarra Muñoz es miembro de la Academia Mexicana de Economía Política. Es, desde nuestro punto de vista, una autoridad en la materia. En la edición del diario La Jornada publica una entrevista con él, bajo el crédito de Roberto González Amador.

 

Uno de los sumarios de esa entrevista señala: Estamos de nuevo de revivir cosas que antes era anatema. Para el doctor Ibarra Muñoz, la economía no se reduce sólo a crecimiento.

 

Desde su desempeño como responsable de las finanzas públicas del gobierno mexicano, el ex funcionario abogó siempre por la permanencia de las políticas compensatorias del Estado mexicano para atemperar las estructuras de la desigualdad socioeconómica.

 

Vuelve por sus fueros el proteccionismo económico

A una de las preguntas planteadas por González Amador, Ibarra Muñoz responde que la economía de los Estados Unidos ya no tolera la libertad de comercio.

 

Desde nuestra lectura, el anatema relanzado consistiría en la reimplantación del proteccionismo económico, un rasgo de los gobiernos nacionalistas, la mayoría de los cuales ha rendido banderas ante las potencias globalizadoras.

 

El punto lo vemos desde la siguiente perspectiva: Desde que se dio por planchado hace unos meses el nuevo Tratado de Libre Comercio (T-MEC), al menos uno de los negociadores mexicanos, ahora subsecretario para América del Norte, describió el resultado como la inscripción de México en una zona proteccionista.

 

Es llegada la hora de quitarnos las telarañas de la cabeza

La paradoja reside en que México ha sido puesto a remolque por las políticas comerciales proteccionistas adoptadas por el republicano Donald Trump, que ha detonado la guerra comercial contra China y, por extensión, contra la Unión Europea, a su vez amenazada con la fractura por Estados como el Reino Unido, que, sin bien con dificultades, procesa su retirada de ese pacto.

 

La paradoja estriba, repetimos, en que México no da señales de intentar siquiera la recuperación de su soberanía en materia de intercambio comercial. Todo lo contrario: Con casi medio centenar de tratados comerciales, no logra sacudirse el yugo de su dependencia económica de los Estados Unidos.

 

Sólo rescatamos una prescripción del doctor Ibarra Muñoz: Es llegada la hora de quitarnos las telarañas de la cabeza: Es hora de asumir riesgos. Vale.

*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.

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